domingo, 24 de febrero de 2013

¿y por qué no fomentar el teletrabajo?


En la sociedad actual, plagada de nuevas tecnologías que han eliminado barreras físicas y horarias, en España, gran parte de las empresas siguen manteniendo el presentismo como base de su estructura laboral, entendiendo erróneamente que cuanto más tiempo estés en tu puesto más productivo eres. Desde mi punto de vista, este un gran error; sólo hace falta un poco de sentido común para ser consciente de que estar sentado en tu sitio, moviendo el ratón, no implica necesariamente que estés dedicando ese tiempo a ser productivo, ya que tu cabeza y tus intenciones pueden estar en mil diversos lugares. Máxime, si el tiempo que nos dejan las dilatadas y poco europeas jornadas españolas resulta más que reducido para dedicar el tiempo imprescindible a nuestros quehaceres básicos diarios y cotidianos, y a la atención de aquellos que comparten nuestras vidas.

Si tenemos en cuenta las horas que pasamos efectivamente en la oficina, las que nos llevan ir y volver a ella, las que tenemos que dedicar a preparar las cosas del día siguiente, las que, cada vez menos, podemos dedicar a dormir, ¿qué nos queda para descansar, desconectar y dedicar a nuestros seres queridos? (...y todo esto sin tener en cuenta a aquellas personas que tienen menores o mayores a su cargo, viven solas en grandes ciudades y no tiene familia de apoyo).

Otro aspecto a tener en cuenta sería lo que suponen económicamente estos desplazamientos, ya no sólo entre municipios y/o provincias, y no sólo para los trabajadores, sino también para las empresas y administraciones públicas. ¿No es un sinsentido mantener esta estructura, tan arraigada, pero también muy obsoleta, en aquellos trabajos que podríamos hacer desde nuestra casa con un ordenador, una cuenta de correo y otra de Skype?

Si sabemos qué tenemos que hacer y cuándo lo tenemos que hacer, ¿qué problema hay en que cada uno se organice como mejor se ajuste a sus necesidades y pueda así cumplir con sus obligaciones laborales y también familiares y personales? ¿Por qué no limitar nuestro viaje a la oficina sólo para asistir a las reuniones necesarias? ¿No aumentaría esto la productividad? ¿No supondría esto un ahorro en tiempo y dinero para los trabajadores y los empresarios? ¿No disminuiría los costes laborales y fijos para las empresas, ahorrando los plus de transporte, kilometrajes y energía entre, otras cosas? ¿No disminuiría el absentismo al tener cada cual la libertad para organizarse y no tener que pedir horas y días para mudanzas, médicos y demás quehaceres? ¿No contribuiría también a disminuir las bajas laborales al tener unos horarios y una vida más racional, en la que podemos decidir, al menos, la gestión de nuestro tiempo?

Yo creo que sí, y creo también que trabajadores, empresarios y administraciones pueden hacer del teletrabajo su aliado. Sin embargo, como se suele decir, “no es oro todo lo que reluce”, y, si bien trabajar desde casa tiene múltiples ventajas, no podemos obviar que también tiene algunas desventajas, que hay que tener en cuenta para subsanarlas y avanzar hacia un sistema equilibrado que permita a trabajadores y empresas conseguir sus objetivos de la manera más óptima y beneficiosa para ambos.
Si para la empresa el teletrabajo supone ventajas, como la orientación y la retribución basada en resultados, así como la posibilidad de dar respuesta rápida y en tiempo a real a los cambios que se vayan sucediendo, haciéndola más ágil y competitiva en un mercado globalizado, para los trabajadores, como hemos dicho, supone mayor autonomía y eliminación de la carga de los desplazamientos diarios; aunque también puede suponer, dependiendo del tipo de personalidad de cada uno, sentimiento de aislamiento, mezcla de vida y privada y laboral al diluirse los límites entre ambas y requerimiento de una mayor autodisciplina y capacidad de autogestión.

A modo de resumen…

PARA EL TRABAJADOR…


VENTAJAS
A MEJORAR
Flexibilidad de horario y mayor autonomía.
Posible reducción de la interacción social.
Reducción de tiempo en desplazamientos.
Protección social y laboral más compleja.
Conciliación, mayor calidad de vida.
Riesgo de perder oportunidades de promoción.
Ahorro de costes.
Prolongación e intensificación de jornada laboral.
Mayor igualdad de oportunidades para personas con discapacidad y/o cargas familiares.
Interferencias entre vida privada y laboral.
Elección del entorno de trabajo.













PARA LA EMPRESA…

VENTAJAS
A MEJORAR
Reducción costes fijos.
Necesidad de infraestructura tecnológica adecuada.
Mejora de la productividad.
Necesidad de mayor seguridad y control de la información.
Más facilidad en el reclutamiento de personal.
Necesidad de desarrollar políticas de identidad y cohesión adecuadas a la nueva estructura laboral.
Mayor flexibilidad.
Necesidad de cambio de cultura.
Mejor capacidad de respuesta y atención al cliente.
Escasez de legislación y normativa sobre el teletrabajo.
Menor incidencia de factores externos.
Mayor necesidad de supervisión y control.













Todo ello sin olvidarnos de los beneficios económicos y medioambientales para todos, al contribuir a la generación de equipos multidisciplinares e internacionales sin necesidad de aumentar la movilidad y, con ello, reduciendo la generación de daños medioambientales, fomentando así la habitabilidad y bienestar en las grandes ciudades, como podemos leer en el Libro blanco sobre el teletrabajo en España, recientemente publicado de la mano de la Fundación más Familia.

miércoles, 6 de febrero de 2013

PORQUE LA CONSTANCIA ES UNA VIRTUD, PORQUE EL CAMINO ES LARGO Y POCAS VECES FÁCIL, PORQUE LA MAYORÍA SOMOS FUERTES EN SOLEDAD Y SOLIDARIOS EN EL GRUPO

Pendiente de publicar mi próxima entrada, que tratará sobre las particularidades del Teletrabajo, hoy sólo quería recordar el siguiente texto de Rudyar Kipling...

Porque lo he experimentado en mi propia piel, para todos aquellos que necesiten un empujón extra:

Si piensas que estás cansado lo estás
Si piensas que no te atreves, no lo harás
Si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en la vida encontrarás
que el éxito comienza por la voluntad del hombre.
Todo está en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haberse iniciado.
Y muchos cobardes han fracasado
antes de ver su trabajo empezado.
Piensa en grande y tus hechos crecerán
Piensa en pequeño y te quedarás atrás
Piensa que puedes y podrás.
Todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar el objetivo.
La batalla de la vida no siempre la gana
el hombre más fuerte o el más ligero.
Porque tarde o temprano, el hombre que gana
es aquel que cree poder hacerlo.

Rudyard Kipling